Día del Pensamiento Nacional.

Publicado: 13 nov 2019
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La ley 25.844 del año 2004 instituyó al 13 de noviembre como «Día del Pensamiento Nacional».
La fecha recuerda al nacimiento del escritor y pensador Arturo Martín Jauretche, el 13 de noviembre de 1901 en la localidad de Lincoln, provincia de Buenos Aires.

Jauretche fue, ante todo, un político de fuerte vocación por el bien común, pero por obra de la marginación padecida y de la chispa de su ingenio pasará a ser más conocido como ensayista y escritor.

Militó en las filas del radicalismo Yrigoyenista, allí se convirtió, a partir del derrocamiento del Presidente Hipólito Yrigoyen, en uno de los protagonistas de la lucha callejera contra los presidentes de facto, los generales José Félix Uriburu y Agustín P. Justo.

En 1935 participó de la fundación de FORJA («Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina»), constituida bajo el lema «Somos una Argentina colonial, queremos ser una Argentina libre».

Desde allí denunció junto a sus correligionarios ( Raúl Scalabrini Ortiz, Gabriel del Mazo y Luis Dellepiane), luego adhiriendo a los principios del peronismo, el Estatuto Legal del Coloniaje, levantándose su voz en las improvisadas tribunas esquineras, erguido sobre cajoncitos de cerveza, apostrofando las entregas y los latrocinios de la llamada «Década Infame».

El fundador de FORJA será el «enlace obligado y dialéctico entre los dos grandes movimientos nacionales del siglo pasado: el yrigoyenismo, ya declinante, y el peronismo, surgente y caudaloso».

Él se constituirá en la conciencia activa de la vieja Argentina y de la que nacía en las jornadas del 17 de octubre de 1945, de un nuevo eje político-social bastante parecido al que había postulado en su insobornable lucha.

El peronismo de la primera etapa «sería inconcebible sin el pensamiento y la acción de Jauretche, que le trasmitirá la tradición del nacionalismo democrático procedente de las más antiguas raíces».

Al caer el peronismo en 1955, Jauretche formará parte «del puñado de argentinos que salieron en defensa de la historia, las conquistas y logros alcanzados por la Revolución Nacional acaudillada por el General Juan Domingo Perón».

La prosa de Jauretche se emparentaba con la antigua tradición de los Hernández, Sarmiento, Mansilla y Balestra, entre otros.

Era una prosa «hablada», pues no solía escribir, dictando sus artículos después de imaginarlos. Ese estilo será el que satirizará y demolerá, política y estéticamente, a la petrificada cultura aristocrática, logrando cautivar a importantes sectores de las clases medias.
Fue especialista en temas políticos, sociales y económicos, siendo autor de libros de ensayos políticos de gran repercusión como ‘Los profetas del odio’ (1957), ‘El medio pelo en la sociedad argentina’ (1966) o ‘Manual de zonceras argentinas’ (1968) y ‘Filo, contrafilo y punta’ (1969), caracterizados por la ironía de sus palabras.
Jauretche murió en Buenos Aires el 25 de mayo de 1974, a los 73 años.