Día Mundial del Linfoma

Publicado: 16 sep 2020
Comentarios: 0

Hoy se conmemora el Día Mundial del Linfoma, una enfermedad de la sangre que aparece cuando los linfocitos T o B, en diversos estados de maduración y fuera de la médula ósea (normalmente en los ganglios linfáticos o en un órgano), manifiestan algún tipo de defecto que, por un lado, prolonga su vida de manera anormal y, por el otro, hace que se reproduzcan de forma descontrolada.

En general los linfomas son más frecuentes en los hombres que en las mujeres y la mayoría de ellos se diagnostican más frecuentemente en la edad adulta que en la infantil.

Los linfomas son un tipo de enfermedad que afecta directamente a las células del sistema inmune: los linfocitos. Esto se produce por un fallo de los glóbulos blancos de la sangre, que funcionan como una barrera contra las infecciones. Esta alteración provoca la creación de una célula anormal que se convierte en cancerosa y se presenta principalmente en los ganglios, el bazo, y el hígado, donde habita la mayor parte del tejido y líquido linfático.

En Argentina, los linfomas representan el 4 por ciento de la incidencia de todos los cánceres. En un sondeo global organizado por la Red Mundial de Grupos de Pacientes con Linfoma, se reveló que apenas uno de cada cinco pacientes había sospechado de la enfermedad antes del diagnóstico.

Tradicionalmente los linfomas se clasifican en dos grandes grupos (existen mas de 60 tipos):

. Linfoma de Hodgkin (LH) 

. Linfoma no Hodgkin (LNH).

Los linfoma no Hodgkin se pueden clasificar según la velocidad de su crecimiento (su agresividad):

linfomas agresivos e indolentes. Los linfomas agresivos se desarrollan muy rápido, pero son más sensibles a los tratamientos y se pueden curar aproximadamente en tres cuartas partes de los casos. Los indolentes son mucho más lentos, progresan más despacio, pero son menos curables de forma definitiva, aunque los pacientes pueden vivir muchos años prácticamente sin síntomas debido a los nuevos tratamientos.

Como existe gran variedad de tipos de linfomas, los síntomas son de varias clases y los tratamientos son muy diversos dependiendo del tipo específico de linfoma. Es fundamental conocer el mecanismo de la enfermedad para poder luchar contra ella de una manera más eficaz.

El linfoma no Hodgkin más frecuente de todos es el linfoma difuso de células grandes B, que es también el más frecuente entre la población inmunodeprimida (que incluye a las personas infectadas por el VIH). Aunque la mayor parte de los enfermos inmunodeprimidos que padecen este tipo de linfoma consiguen curarse, todavía hay un 30% que no superan el linfoma.

 

 

Principales síntomas:

 

  • Nódulos linfáticos de mayor tamaño en cuello, axilas o ingle.
  • Fatiga.
  • Pérdida de peso.
  • Sudores nocturnos.
  • Dificultad para respirar.
  • Fiebre.
  • Picazón en la piel.

 

El diagnóstico se confirma con una biopsia ganglionar y su estudio patológico correspondiente siempre el especialista realizará una serie de pruebas para definir la extensión de la enfermedad, análisis de laboratorio, punción  de médula ósea y tomografía, entre otros.

El tratamiento para el linfoma varía según su subclasificación, ya que no todos los linfomas requieren tratamiento inmediato. Se utilizan esquemas con drogas quimioterápicas y en algunos casos anticuerpos monoclonales u otros agentes más novedosos conocidos como blanco específico, los tratamientos con drogas sistémicas pueden ser complementados con tratamientos de radioterapia.

Si bien el linfoma no-Hodgkin no puede prevenirse, consultar a un especialista de manera precoz aumenta las chances de un diagnóstico para recibir un tratamiento adecuado, con altas chances de curación.