EL LISANDRO DE LA TORRE

Publicado: 14 ene 2011
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Cuando el 14 de enero de 1959, el frigorífico de barrio de Mataderos fue privatizado por ley del gobierno de Arturo Frondizi, los 9000 trabajadores afiliados a su sindicato, comenzaron a organizarse para rechazarlo. Su argumento era un contraproyecto para aumentar la productividad adquiriendo nueva maquinaria, además de sostener que el frigorífico estatal había servido como un enorme freno a las empresas monopólicas. Pero la privatización sería un hecho sin retroceso y entonces, una asamblea de 8000 trabajadores decidieron su toma y paro por tiempo indeterminado, formándose grupos para cuidar la maquinaria y los animales. Algunos visitarían comercios y vecinos de la zona para conseguir ayuda solidaria. Horas después, miles de vecinos: familiares, estudiantes, comerciantes rodeaban la planta, mientras la prensa nacional allì asentada, leìa en el portòn de entrada un cartel que decía :”En defensa del patrimonio nacional”.
En la madrugada del 16 de enero, declarado ilegal el paro, comienza el desalojo violento del establecimiento con 2000 agentes federales a cargo de la represión. Los obreros reunidos alrededor del mástil en el patio de la planta, cantaban el himno nacional mientras resistían las balas y gases policiales. Tras unas horas, fueron desalojados. Pero lo que el gobierno nacional no imaginaba, fue la reacción del barrio de Mataderos: durante 5 días, obreros, vecinos comerciantes se enfrentaron a las fuerzas represivas. “El barrio tuvo una conmoción en la calle ¡con las manos! Levantó las vías Se hacían barricadas, se metía madera, se prendía fuego. Ahí participaba todo el mundo…participaban los familiares…”

Los vecinos durante la noche cortaban la luz para que no ingresara la policía, aunque a pesar de tanta efervescencia barrial y obrera y por la acción conjunta de la policía , la gendarmería y el ejército, el 17 de enero comenzó la violenta recuperación y el frigorífico sería privatizado al año siguiente, quedando más de 5000 obreros despedidos, sus dirigentes detenidos y con nuevas condiciones de trabajo, la protesta quedaría debilitada y luego desactivada.

Sin embargo, a pesar de la intención oficial, la resistencia de los obreros del Lisandro de la Torre y del barrio de Mataderos, permanecerá en la memoria histórica argentina, sobre todo de aquellos que siguen defendiendo las causas populares y anti imperialistas.