Masacre de Trelew.

Publicado: 22 ago 2020
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A las 18.30 horas del 15 de agosto comenzó un masivo intento de fuga del Penal de Rawson, Chubut lugar donde estaban alojados mas de 100 presos políticos pertenecientes a sindicatos, organizaciones sociales y miembros de las organizaciones armadas Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y Montoneros; solamente un grupo de seis personas y otro de diecinueve lograron su objetivo.

El plan era realizar una fuga masiva del Penal de Rawson, imitando la exitosa fuga que los Tupamaros habían protagonizado el 6 de septiembre de 1971 en la antigua cárcel de Punta Carretas en Montevideo.

Marcos Osatinsky, Roberto Santucho, Fernando Vaca Narvaja,,Roberto Quieto, Enrique Gorriarán Merlo y Domingo Menna  integraban el denominado Comité de Fuga, y fueron los únicos que pudieron huir rápidamente en un automóvil Ford Falcón que los esperaba, y trasladarse al entonces aeropuerto de Trelew? para abordar un avión de Austral? previamente secuestrada por un comando de apoyo, cuyos integrantes, entre los que se encontraban Víctor Fernández Palmeiro (alias el Gallego, del ERP) y Anita Weissen, (FAR), viajaban como pasajeros.

La aeronave llevaba un total de 96 personas, entre pasajeros y tripulantes. Una vez tomado el avión, el comando de apoyo pidió a los pilotos quedarse en la pista. Allí abordó el comité de fuga y esperaron al resto de los evadidos.

Mientras tanto, los dos camiones pequeños que debían esperar al resto de los fugados no se hicieron presentes en la puerta de la cárcel. Según algunos testimonios, esto se debió a una confusa interpretación de las señales preestablecidas (una frazada colgada de una reja). Según otros, al escuchar disparos del enfrentamiento con los guardias, pensaron que la operación había fracasado y optaron por continuar su marcha sin detenerse en la puerta.

Sin embargo, un segundo grupo de 19 evadidos logró arribar en tres taxis al aeropuerto. Allí, los que estaban dentro del avión decidieron, ante el peligro de la llegada de las fuerzas de la Armada y del Ejército, dejar de esperar y despegar rumbo a Chile donde los guerrilleros pidieron asilo al gobierno de Salvador Allende.

Los 19 guerrilleros decidieron tomar la terminal aeroportuaria de Trelew, en la que se encontraban unos pocos pasajeros y personal de las aerolíneas. Al mismo tiempo, un avión de Aerolíneas Argentinas que estaba por aterrizar fue desviado por la torre de control. frustrando toda posibilidad de fuga.

Luego de dar una conferencia de prensa a cargo de Rubén Pedro Bonnet, se entregaron a los efectivos de la Armada que mantenían rodeada la zona, solicitando y recibiendo públicas garantías para sus vidas en presencia de periodistas y autoridades judiciales. Los hombres también pidieron retornar al penal de Rawson.

Una patrulla militar bajo las órdenes del capitán de corbeta Luis Emilio Sosa, segundo jefe de la Base Aeronaval Almirante Zar, condujo a los prisioneros recapturados dentro de una unidad de transporte colectivo hacia dicha dependencia militar.

Ante la oposición de éstos y el pedido de ser trasladados de regreso nuevamente a la cárcel de Rawson, el capitán Sosa adujo que el nuevo sitio de reclusión era transitorio, pues dentro del penal continuaba el motín y no estaban dadas las condiciones de seguridad.

Mientras el gobierno de facto de Alejandro Agustín Lanusse intentaba presionar por todos los medios al presidente Allende para que deportara a los fugados en calidad de prisioneros, toda la zona de Rawson y Trelew se hallaba virtualmente ocupada por fuerzas del Ejército y la Gendarmería patrullando las calles.

A las 03.30 horas del 22 de agosto, en la Base Aeronaval Almirante Zar, los 19 detenidos fueron sorpresivamente despertados y sacados de sus celdas.

Según testimonios de los tres únicos sobrevivientes, mientras estaban formados y obligados a mirar hacia el piso fueron ametrallados indefensos por una patrulla a cargo del capitán de corbeta Sosa y del teniente Roberto Bravo, falleciendo la mayoría en el acto, y algunos heridos fueron rematados con armas cortas en el piso.

Al terminar los disparos, los siete sobrevivientes fueron llevados a la enfermería, pero no se les prestó ningún tipo de asistencia médica. Los únicos tres sobrevivientes fueron trasladados al día siguiente a Puerto Belgrano, donde fueron intervenidos.?

La versión militar oficial del suceso indicaba que se había producido un nuevo intento de fuga, con 16 muertos y tres heridos entre los prisioneros, pero sin bajas en las filas de la Marina.

La misma noche del 22, el gobierno sancionó la ley 19797 que prohibía toda difusión de informaciones sobre organizaciones guerrilleras.

En los días sucesivos, hubo manifestaciones en las principales ciudades de la Argentina, y numerosas bombas fueron colocadas en dependencias oficiales como protesta por la matanza.

Juan Domingo Perón, desde el exilio, calificó la masacre como un «asesinato».

 

Los fusilados fueron:

 

Los heridos, que lograron sobrevivir a la masacre y que dieron testimonio de los hechos, fueron luego asesinados durante el gobierno militar subsiguiente (1976-1983):