Día Internacional de la Trabajadora del Hogar.
Millones de niñas en edad de asistir a la escuela, o al secundario, siguen teniendo que priorizar su trabajo en hogares ajenos por lo general, antes de estudiar, en la mayoría de los casos a cambio de solo la comida, una cama, y en el mejor de los casos los útiles escolares para poder estudiar lo básico. Niñas y niños, sometidos a trabajo doméstico, están expuestos a ser acosados sexualmente o ser víctimas de violencia en sus distintas manifestaciones.
Esa supuesta preparación adecuada para su futuro, se suele dar en condiciones que vulneran los derechos de las niñas, con una carga de marginación, racismo y exclusión social. La situación es peor, cuánto más pobre la zona, lo que dificulta más todavía el reconocimiento y el abordaje del problema.
La OIT apunta en este nuevo 30 de marzo a que los medios de comunicación atiendan el tema de las trabajadoras del hogar, con focalización en la problemática de niñas, niños y adolescentes que se ven en la obligación de trabajar en servicio doméstico, ayudando a hacer visible un problema que en muchas sociedades, se mantiene aparentemente invisible.
La formación de gremios y asociaciones, la lenta profesionalización de la actividad y los derechos ganados por las trabajadoras del hogar en cada país -salario justo, seguridad social obligatoria y día de descanso semanal- son grandes avances a recordar en la jornada, pero ello debe incidir directamente en la protección de menores de edad que trabajan en la actividad.