Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas.
Este día rendimos homenaje a las veteranas y los veteranos, a los caídos y a sus familiares.
En el marco de los 42 años del conflicto del Atlántico Sur, ratificamos, como hace ya casi 200 años, el reclamo por ejercicio de la plena soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos correspondientes.
La conmemoración del 2 de Abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas fue establecido por ley del congreso nacional en el año 2000, declarándose además como feriado nacional.
A diferencia de otras más cercanas al continente, las Islas Malvinas no tienen hasta hoy resquicios de población originaria o indígena. Los primeros visitantes fueron europeos, que llegaron durante la conquista de América.
Las Islas Malvinas formaron parte del área bajo jurisdicción de España desde la entrada en vigor de los primeros instrumentos internacionales que delimitaron los territorios, nuevos para ellos, a partir de los viajes de 1492.
Las Bulas Pontificias y el Tratado de Tordesillas de 1494 constituyen los primeros instrumentos que receptan títulos de España de acuerdo con el Derecho Internacional de la época.
Durante la mayor parte del siglo XVI, solo navegantes al servicio de España transitaron las rutas marítimas a lo largo de la costa sudamericana, avanzando hacia el sur en busca de un paso interoceánico.
En septiembre de 1979 el empresario argentino Constantino Davidoff, especializado en negocios con chatarra, firmó un contrato con la empresa Christian Salvensen de Edimburgo (Inglaterra), adquiriendo instalaciones balleneras abandonadas en las Islas Georgias del Sur.
Davidoff gestionó en la Embajada Británica de Buenos Aires el servicio del Rompehielos HMS «Endurance» a fin de transportar a las islas el personal y los equipos necesarios para desmantelar las instalaciones, pero como su pedido no fue aceptado, la Armada Argentina llevó a cabo la tarea.
El empresario comunicó a la Embajada Británica su viaje y en diciembre de 1981 zarpó con destino a las Georgias del Sur, a bordo del Rompehielos ARA “Almirante Irízar”.
El 28 de marzo zarpó desde la Base Naval Puerto Belgrano la Fuerza de Tareas Anfibia 40 (FT 40) al mando del Contraalmirante Walter Oscar Allara. La misión que recibieron los comandantes al partir hacia Malvinas fue breve y clara: “Reconquistar las Islas Malvinas a fin de incorporarlas definitivamente a la soberanía de la Nación”.
La Fuerza de Tareas denominada FTA 40 estaba integrada por el portaaviones ARA “25 de Mayo”; los destructores ARA “Hércules”, “Santísima Trinidad”, “Comodoro Py”, “Seguí”, “Piedra Buena” y “Bouchard”; las corbetas ARA “Drummond” y “Granville”; el buque de desembarco de tanques ARA “Cabo San Antonio”; el rompehielos ARA “Almirante Irízar” y el submarino ARA “Santa Fe”.
A fines de marzo, la Armada Argentina envió al buque polar ARA “Bahía Paraíso” –que se encontraba llevando a cabo la Campaña Antártica– a las Islas Georgias del Sur, con la misión de evitar el desalojo de un grupo de obreros argentinos a cargo del empresario Constantino Davidoff, quienes se encontraban desarmando una estación ballenera en Puerto Leith y habían izado la bandera argentina en el lugar. El Gobernador británico Rex Hunt, a través de su representante en Grytviken (capital de las Islas Georgias del Sur) había ordenado su desalojo, para lo que envió Infantes de Marina británicos a bordo del HMS “Endurance”.
El “Bahía Paraíso” arribó a Puerto Leith en la noche del 24 de marzo y desembarcó a un grupo de 14 militares, mientras que el buque permaneció en la zona patrullando con un helicóptero Alouette de la Aviación Naval sin artillar.
Para el submarino ARA “Santa Fe”, las operaciones comenzaron el 27 de marzo de 1982, cuando zarpó desde la Base Naval Mar del Plata bajo el comando del Capitán de Corbeta Horacio Bicain. Tenía dos misiones: la primera era desembarcar al personal de la Agrupación Buzos Tácticos en las inmediaciones del Cabo San Felipe, al norte de Puerto Argentino, para luego destacarse a un área de patrulla asignada.
Durante su navegación hacia las islas, el submarino ARA “Santa Fe” soportaría un mar violento y fuertes vientos australes. En la madrugada del 2 de abril efectuó el desembarco de las fuerzas especiales navales en las costas al norte de Punta Celebroña, próxima a la Caleta Riñón. A las 3:35 los botes neumáticos se lanzaron desde la cubierta del submarino hacia Malvinas.
El Transporte polar ARA “Bahía Paraíso” fue la primera unidad que se configuró como buque hospital de la Flota de Mar durante el conflicto de 1982. Tras haber participado en Puerto Leith y Grytviken de las acciones que permitieron la recuperación de las Islas Georgias del Sur, fue transformado de buque multipropósito a buque hospital en un período de 10 días por ingenieros, técnicos y operarios del Arsenal Naval Puerto Belgrano. Zarpó de la Base Naval Puerto Belgrano rumbo a las Islas Malvinas el 27 de abril de 1982.
El transporte polar ARA “Bahía Paraíso” cumplió una función logística esencial durante el Conflicto del Atlántico Sur: se transformó en un verdadero hospital en el mar, regresando de las operaciones a su apostadero habitual en la ciudad de Buenos Aires el 27 de junio de 1982.
Luego de la recuperación de las islas, la responsabilidad del dispositivo de defensa estuvo a cargo del Ejército Argentino y la Infantería de Marina se incorporó al mismo con 1.357 efectivos, con un 70 % de la fuerza efectiva compuesta por conscriptos. Su núcleo fue el Batallón de Infantería de Marina Nº 5 Ec. (BIM5). Participaron también el Batallón Antiaéreo, la Batería «Bravo» del Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 Ec., la Compañía de Ingenieros Anfibios, una Compañía del Batallón de Infantería de Marina Nº 3 «Almirante Eleazar Videla», una Sección de Perros de Guerra, una Patrulla de la Agrupación de Comandos Anfibios y apoyos.
El objetivo estratégico operacional era mantener la capital –Puerto Argentino– y el dispositivo defensivo ocupó las alturas circundantes: los montes Tumbledown, Longdon y Harriet. El BIM5 ocupó los montes Tumbledown, Sapper Hill y el valle de Moody Brook con sus tres Compañías. Una Sección de Ametralladoras 12,7 mm. del Batallón Comando y Apoyo Logístico (BICO) ocupó la altura del Monte Longdon, junto al Regimiento Nº 7 del Ejército Argentino.
En la madrugada del 2 de abril, fuerzas argentinas iniciaron la guerra de Malvinas al tomar por asalto las Islas Malvinas e instauraron un gobierno local bajo el mando del general Mario Benjamín Menéndez. Galtieri, por su parte, apostaba porque los británicos accederían al diálogo.
Sin embargo, un día después, la entonces primera ministra británica, Margaret Thatcher, despachó su flota hacia el Atlántico Sur, mientras que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exigía el repliegue de las tropas argentinas y el inicio de las negociaciones.
Nada de eso ocurrió y tras el fracaso de la diplomacia para abrir el diálogo, el 2 de abril estalló la guerra de Malvinas con un bombardeo británico sobre Puerto Argentino, la rebautizada capital de las islas.
El día 2 de mayo el conflicto vivía uno de sus acontecimientos más cruentos y polémicos de la guerra de Malvinas: el submarino nuclear británico ‘Conqueror’ hundió el crucero argentino ‘General Belgrano’ donde murieron 323 soldados argentinos.
Las batallas, por mar, tierra y aire, se agudizaron y la superioridad del poderío bélico británico se hizo notar en la guerra de Malvinas. A comienzos de junio los argentinos habían perdido posiciones y comenzaron a replegarse hacia Puerto Argentino, su último bastión.
El 12 de junio, mientras los combates cada vez más violentos sacudían las Islas Malvinas y la guerra estaba en su peor momento, en Buenos Aires, el Papa Juan Pablo II congregó a dos millones de personas para orar por la paz. Dos días después, ya sin capacidad de respuesta, el general Menéndez firmó la rendición.