Fabio Oliva en Comunas un Desafío.

Publicado: 08 sep 2020
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Nos comunicamos desde nuestro programa con Fabio Oliva, Arquitecto (UBA), Coordinador de la Red Intercomunal Cuenca Cildáñez y  coordinador de la Ep5 Escuela-Proyecto de Participación Popular en Políticas Públicas y del grupo promotor de la Escuela Media Especializada en Mantenimiento y Construcción de Espacios Verdes ¨Ernesto CHE Guevara¨.

Integró los equipos técnicos de la Asociación Civil Madre Tierra y participó en ¨Rieles de Patrimonio¨ y ¨Baños de Memoria”, editadas en el Parque Avellaneda. Un vecino participativo en diversas construcciones de trabajo en la Comuna 9 y fundamentalmente en la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque Avellaneda, la Mesa de Salud de Cildañez y un sinnúmero de espacios que ameriten el compromiso vecinal.

 

 

Justamente al no saber como realizar su presentación antes de la entevista nos dijo: «las redes son asi se van entrelazando y en realidad no hay ningún sello que te termina cerrando, es la camiseta del barrio, del territorio y de los proyectos que se van construyendo colectivamente, bueno desde ahí la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque Avellaneda, la Mesa de Salud, la Mesa de Integración Socio Urbana, está la Ricc, la Mesa de Gestión Interjuridiscional de la Cuenca Cildañez son todo un entramado de proyectos en un mismo territorio, hoy nosotros decimos que la Cuenca es una Cuenca en red y desde ahí sostenemos toda una línea de trabajo, de entender que la forma de transformar las políticas públicas es a través del enredar colectivos y entender el territorio, entender la historia; creemos que las políticas públicas son procesos de memoria, verdad y justicia nos lo enseñaron las Madres y en ese camino estamos, recuperando la historia y viendo cómo se puede transformar esa realidad.»

 

 

 

«Primero nos ubicamos, estamos en el sudoeste porteño, esto ya nos das una ubicación que nos coloca y nosotros decimos que no hay un territorio, que el territorio es en plural que hay territorios en un mismo lugar que se entrelazan, hay divisiones políticas; nosotros primero descubrimos que Parque Avellaneda no existía y fuimos por la identidad de un barrio después descubrimos que estaba el Parque Avellaneda que era el núcleo identitario, después nos inundamos en 2013 y descubrimos que estábamos en una cuenca que era esta Cuenca del Cildañez entonces desde ahí fuimos descubriendo esta multiplicidad de territorios que se conjugan y tiene que ver con lo geográfico, tiene que ver con las problemáticas también, porque las problemáticas definen territorios; todo lo que se inundó nos puso una camiseta en común, tenemos que luchar por lo que nos pasa y yo estoy a dos cuadras de Villa Cildañez donde vivo pero la inundación no hizo diferencias así que nos inundamos todos; este entramado de territorios y este entramado de colectivos que configuran un territorio.», siguió.

 

 

 

Para volver sobre la historia así, «entonces para el que no conoce estamos acá en el sudoeste de la ciudad, lo último que creció en la ciudad porque la misma fue creciendo por otros lados y este lugar había quedado abandonado como un lugar de servicios, no es casualidad que las villas se instalaron en esta zona;  era una zona baja, todo el bañado del Cildañez cayendo sobre el Riachuelo en realidad lo que había configurado era una zona totalmente distinta a la pampa, esto se está descubriendo ahora, en el borde del Riachuelo en 2017 unos arqueólogos descubrieron un asentamiento originario, nosotros le decimos querandí pero estamos hablando del año 1200, o sea muchísimo antes de que lleguen los españoles;  esa historia nos fue negada solo algún relato pero pareciera que la ciudad arrancó ahí con Mendoza y Solís y hay que tirar abajo esa idea ¿no? aquí hubo un territorio, hubo una población originaria que fue diezmada, el río Matanza se llama así porque los mataron ahí lamentablemente y fue un  genocidio total porque casi borraron toda esa historia y que se haya encontrado esto hace un par de años es un hito muy importante para la historia de la ciudad. Nosotros estamos trabajando desde el grupo de Memoria del Parque Avellaneda, nos conectamos con el arqueólogo que está al frente de ese equipo y vamos también por descubrir esa parte de la historia que nos falta y bueno este es nuestro territorio.

La Cuenca del Cildañez creemos que es la mejor manera de definirlo, ese arroyo, en 1900 se decidió que fuera una cloaca a cielo abierto de la ciudad por eso se puso se puso el matadero en ese corrimiento que siempre las clases altas van haciendo;  les molestaba en un lugar lo pasaron a otro, después lo pasaron a Villa Urquiza y de ahí vino a lo que le puso nombre al barrio, que fue la decisión de colocar en un borde de la ciudad, en un lugar bueno para la entrada con el campo, con la Pampa, una decisión geopolítica de la ciudad de Buenos Aires que marcó toda una identidad de 120 años.»

 

 

 

 

Y añadió, «para nosotros que nos inundamos y empezamos a trabajar en la historia de la cuenca, esto de recuperar primero la memoria para que las políticas públicas tengan raíces, realmente lo que descubrimos fue esa decisión que marco de alguna manera a toda la cuenca porque lo que fue llamado después el arroyo de la sangre, una vía de contaminación muy importante cuando la ciudad creció; las políticas públicas en ese momento tampoco eran para toda la ciudad de la misma manera, en 1930-1940 se entuban  todos los arroyos y este del Cildañez no se lo entubó y los vecinos tuvieron que unirse, las sociedades de fomento armaron una lucha común, (eran como diez sociedades de fomento en esta zona que se nuclearon) y dieron la pelea y recién en 1965 lograron que se entube el arroyo Cildañez y si bien fue un logro en ese momento también construyó un problema porque el cauce del arroyo no da a vasto y esto generó inundaciones, generó situaciones graves, principalmente porque hay algo que tampoco se sabe y no está en ningún lado, nosotros también lo descubrimos, nosotros  recibimos el 40 por ciento de la Cuenca del Maldonado; hay un caño que se llama Aliviador del Maldonado  que se puso en el año 1940 para que la ciudad en la zona norte, en la zona más rica no tenga inundaciones; después se siguió inundando igual, pero nos derivaron al sur, de nuevo un servicio al resto de la ciudad que nunca fue compensado porque lo que nosotros decimos es que de alguna manera, nosotros no queremos que se inunde nadie, pero tendría que haber políticas de inversión que de alguna manera tengan en cuenta este servicio que le presto el sur de la ciudad al resto de la ciudad.»

 

 

Con respecto a su visita al Mercado de Hacienda de Liniers, que se encuentra en el barrio de Mataderos del último viernes 4 de septiembre nos contó: «Fui invitado por Antolín Magallanes (Director General de Gestión Política y Social de ACUMAR) con quien tengo una relación de muchos años, cuando desde el 2005 Antolín estaba en la Corporación del Sur, y ahí comenzó una relación que después desde ACUMAR, (Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo), y la inundación del 2013 desde un primer momento hubo un trabajo conjunto que llevó a lo que hicimos allí, tomar la problemática, armar un mapa de riesgo, empezar a promover políticas de resarcimiento, no sólo en la emergencia de prevención de las inundaciones y nos llevó a entender esa escala de cuenca y esas políticas que tienen que tener una mirada de cuenca a través de una mesa de gestión interjurisdiccional, como todos sabemos las políticas que llegaron hasta el 2015 después entraron en un vacío total, en un cierre, en un agotamiento que tenía que ver con el ajuste y con la falta de presencia en el territorio y esa fue la situación con ACUMAR,durante cuatro años desapareció y apenas retomó la nueva gestión volvieron a estar ahí .

Desde ahí es que nosotros valoramos esta disponibilidad, lo que hicimos fue por un lado escuchar la presentación que hizo un funcionario, Alvaro García Resta (Secretario de Desarrollo Urbano), como estamos en esta situación de distanciamiento esto fue al aire libre no hubo posibilidades de ver el plano, de ver que es lo que ellos tienen entre manos, si en una reunión habían comenzado a presentar algo de las mesas de gestión donde ya había estado García Resta donde ellos tienen una ante proyecto para el lugar pero en principio lo que plantearon es que todos esos ante proyectos que tienen son preliminares y que los que querían mostrar en este caso, era que esto ya es una realidad que en diciembre ya estaría el traslado realizado y desde ahí se iniciaría un proceso participativo que daría la posibilidad ya de definir el proyecto.»

 

 

 

«Por eso nosotros apenas escuchamos esa intervención hicimos la nuestra también y lo que dijimos en principio fue que primero para ese trabajo participativo había que hacer un involucramiento de actores muy importantes, porque el Mercado de Hacienda sin duda marca la identidad del barrio de Mataderos pero es mucho más que Mataderos, es toda una región, es la Cuenca Cildañez es un ámbito interjurisdiccional, intercomunal, tiene que trabajar la Comuna 8, la 9, tenemos que vincularnos con La Matanza entonces desde ahí tiene que haber un colectivo, una red de personas, de actores que tiene que estar presentes.
Y por otro lado lo que pusimos también en discusión desde un primer momento es la metodología que se va a utilizar en el proceso participativo, ellos dijeron que vienen con una metodología, que ya la han desarrollado en otros proyectos pero nosotros en la mesa dimos esa discusión actualmente este jueves habíamos tenido una reunión con gente del Gobierno de la Ciudad de Fernando Galetto (Subsecretario de Asuntos Interjurisdiccionales y Política Metropolitana) donde habíamos presentado una metodología de trabajo que tiene que ver con la historia de participación de nuestro territorio, de planificación participativa de gestión asociada; esa metodología fue acordada para el funcionamiento de la mesa de gestión y nosotros lo que dijimos es que el proceso participativo se tiene que iniciar con una reunión donde se defina la metodología que se va a utilizar en todo ese trayecto de trabajo. Hubo un acuerdo con Antolín Magallanes, lo tomó, lo hizo público para todos los que estaban en la reunión y ese fue un acuerdo de la reunión del día de ayer donde se recorrieron las instalaciones. Yo nunca había estado adentro, es impresionante, uno siempre ve el paredón y ver todo desde adentro, ver esa vida campestre, ver los caballos pasando por esos callejones de tierra y los gauchos, tenemos un pedazo de campo adentro de esos paredones que muchas veces el vecino desconoce, pasa como en Cildañez, no hay memoria del Arroyo Cildañez.», redondeó del tema.
Para ampliarnos luego, «desde la inundación del 2013 que nos llevó de la mano en principio de la Escuela 8, Reino de Tailandia (Homero 2169) nombrarla principalmente porque es un actor fundamental de Villa Cildañez;  la escuela sigue siendo el articulador de todo el trabajo social, ellos fueron los que pintaron el mural en la esquina de la inundación que decía <si no hacemos algo nos tapa el agua> y fue una invitación a todos a comprometernos con lo que pasaba en el barrio y en ese camino se fue fortaleciendo ese entramado de organizaciones de tanta militancia en el territorio.
Entonces nosotros fuimos la Red Intercomunal de la Cuenca y después nos transformamos en Mesa de Salud porque la problemática era recuperar el centro de salud y ver de qué manera se daba  una articulación con el centro con unos trabajadores increíbles, una camada joven que había ingresado y con mucha voluntad de trabajar con un CeSac 14 sin muros.
Estábamos hablando de salud en una articulación del centro de salud con las organizaciones y la pandemia nos puso digamos en el frente de batalla, en una ciudad que busca tapar, que busca invisibilizar, que busca poner la menor cantidad de recursos, bueno en el caso de Cildañez no sea así, es tratar de sacar un bolsón más desde el Comité de Crisis de Cildañez, tratar de ver de qué manera el que más lo necesitaba tenía una asistencia y principalmente cuidarnos, ver de qué manera mantener una campaña de dialogar con el vecino, de tener una llegada para que podamos salir de la mejor manera.»
Para finalizar esta rica charla de esta manera, «El desafío que tenemos desde lo participativo en este contexto y nosotros nos estamos reinventando, entendemos que el contexto hace valorizar las metodologías, a veces lo presencial costaba para decir y plantear que era necesario tener reglas para que la participación generen un efecto, las metodologías no son neutras y que depende de la metodología que elijamos que nos pongamos de acuerdo vamos a marcar el camino y lo más importante en el camino sin duda el resultado también pero tenemos que construir primero las bases de un camino acordado y hoy lo virtual naturaliza de alguna manera que las cosas funcionen que tengan aspectos metodológicos, que estén claros, para que generen un resultado mejor, para que se pueda aprovechar, entonces desde ahí me parece el desafío esta interesante y es una herramienta que no se va a ir, ojalá esto se resuelva pero creo que se han aprendido cosas, que se han descubierto situaciones a través de lo virtual, está todo muy difícil pero hay que tener esperanza y aprender de estos procesos para mejorar toda la construcción que venimos haciendo desde tantos años.«