Lisandro Teszkiewicz, Defensoría del Pueblo, en Comunas un Desafío.

Publicado: 31 jul 2022
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En el Día Mundial Contra la Trata de Personas (30 de julio) recibimos la palabra de Lisandro Teszkiewicz, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires analizando el funcionamiento de los programas que atañen a las víctimas de este delito en la Ciudad de Buenos Aires.
«La trata de personas para explotación laboral, sexual, es decir la esclavitud moderna el tomar seres humanos como objetos y venderlos como mercancía es un crimen que nos atraviesa a todas las sociedades modernas; miles de mujeres, hombres y niños en la Argentina padecen hoy esta tragedia.
Desde la Auditoria de la Ciudad verificamos un relevamiento sobre cómo funciona el programa para atender a las víctimas de trata del Gobierno de la Ciudad y nos encontramos con una realidad alarmante.
Durante el año 2020 al programa se le recorto más del 94% de su presupuesto; en todo el año el Gobierno de la Ciudad invirtió en este programa solo 330.000 pesos. El programa no tiene si profesionales, trabajadoras sociales, psicólogas o psicólogos que puedan atender a las personas víctimas de trata.
No hay paradores especializados, toda la normativa internacional y la normativa nacional requieren que cuando estas personas son rescatadas de esa situación de esclavitud y de sometimiento en la que se encuentran puedan ser alojados en lugares adecuados, ¡¡¡bueno no!!!, la Ciudad de Buenos Aires no los tiene y mandan a mujeres, hombres con o sin hijos a los paradores generales de la ciudad que ya en otros informes hemos visto que no pasan por su mejor momento.
No hay articulación que dé una respuesta integral, no hay un programa de empleabilidad para poder sostener una vida autónoma una vez rescatadas y rescatados de estas redes de trata; no hay articulación con los inspectores de la Agencia Gubernamental de Control que son los que pueden detectar en los distintos talleres, en los bares, en las whiskerías, situaciones de sometimiento y de trata de personas.
Entonces es un programa sin presupuesto, sin estructura, sin los profesionales que requiere y por lo tanto sin respuesta a una de las poblaciones mas vulnerables, a quienes primero deberíamos ir a atender.»