¿Cómo Será la Educación Física en los Colegios?

Publicado: 11 may 2020
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Incertidumbre. Esa es la palabra que más nos viene a la cabeza cuando pensamos cómo será la escuela en “la nueva normalidad”. Parece que en el curso 2020/21 se reducirá el número de escolares por aula, desarrollando las clases con cierto distanciamiento entre ellos. Ventilación en el aula y posibilidad de mascarilla, podrían ser otras medidas a implementar dentro de las clases. Sin embargo, existen áreas específicas como es la Educación Física, donde predominan juegos cooperativos y deportes, que verán sus planteamientos didácticos drásticamente modificados por un tiempo.

Las nuevas metodologías en EF, potenciaban por un lado la interacción social como instrumento para el desarrollo de competencias; y por otro el compromiso motor, con el objeto de incrementar la actividad física diaria de los escolares. En la situación que vivimos, las metodologías cooperativas parecen estar condenadas a suspenderse por un tiempo con el objeto de evitar el contacto entre alumnos. Sin embargo, el compromiso motor podría seguir manteniéndose dentro de una EF que utilice metodologías individualizadoras y tradicionales.

Es probable, que pese a la reducción de ratios, la EF se tenga que desarrollar con mascarilla. Si es así, los docentes de EF tenemos que ser conscientes de las limitaciones en cuanto a ventilación e intercambio de gases que conlleva hacer ejercicio con mascarilla.

La doctora Raquel Blasco afirma que se debe llevar a cabo un proceso de adaptación ya que es probable que se produzca  hiperventilación y mayor sensación de fatiga. Asimismo, recomienda el uso de la mascarilla fpp2 sin válvula, ya que las quirúrgicas, según afirma, no valdrían para hacer ejercicio físico porque se desplazan y humedecen rápidamente.

Mascarilla Fpp2
Mascarilla Quirúrgica

La realidad es que no hay evidencia científica que desaconseje la práctica de ejercicio físico con mascarilla. Las mascarillas que utilizamos dejan pasar el oxígeno, además entra aire por los laterales y parte superior; pese a no ser las condiciones ideales, podríamos realizar la práctica. No obstante, una postura coherente sería la de evitar el ejercicio de alta intensidad y seguir el principio de progresión, apostando por una adaptación paulatina al ejercicio físico de intensidad moderada.

Si miramos a los bloques de contenidos de EF, podemos intuir algunas adaptaciones que se tendrán que realizar para asegurar el distanciamiento. A continuación voy a exponer mi perspectiva:

Recrearía situaciones donde se evite interaccionar con material que posteriormente tenga que tocar otro alumno. Si se goza del material suficiente, siempre se le puede dar individualmente a los alumnos (aros, comba, zancos…). Los retos con globos (que posteriormente se desechan) también supondrían una buena alternativa para golpeos y recepciones.

Para las actividades sin material, se podría distribuir a los alumnos a lo largo de una línea lateral de la pista y realizar de forma simultánea desplazamientos, saltos o giros. Dichas habilidades, podrán convertirse en retos, incrementando el nivel de dificultad: ¿Quién es capaz de llegar de línea a línea en menos saltos? · ¿Podéis llegar a la línea contraria utilizando dos desplazamientos y dos saltos distintos? · ¿Quién realiza la trayectoria más original utilizando…?

Evitaría modalidades como el acrosport, coreografías grupales, bailes por parejas, etc. Pasando todo a ser realizado de forma individual. En ese contexto, los alumnos más mayores, podrían actuar de monitores de bailes/ yoga/ fitness de sus compañeros desde un escenario o zona con más visibilidad, estando el resto distribuidos con suficiente amplitud. Otros contenidos dirigidos por el docente, podrían ser mindfulness y relajación.

Una modalidad novedosa, podría ser las coreografías grupales con distancia de seguridad, realizando acciones de mímica donde bajo unas premisas interactúen a cierta distancia.

La parte conceptual de estos contenidos cobrará especial relevancia. La higiene corporal se debería verificar a diario, de forma individual, y por turnos. Si finalmente se lleva mascarilla, se darían instrucciones diarias sobre precauciones para su uso. Otros contenidos como higiene postural y fuerza, son susceptibles de ser trabajados de forma individual con la dirección del docente. Los alumnos, a medida que vayan interiorizando los ejercicios, podrían diseñar “workouts” para intercambiar o monitorizar a sus compañeros. En el caso de utilizar esterilla para realizar ejercicios, tendrían que ser personales (en el caso de que no haya en el centro, se podría contemplar que las trajeran los alumnos de casa).

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person-operating-smartwatch

La resistencia cardiovascular, que siempre se intenta trabajar mediante juegos, pasaría ahora a realizarse desde un punto de vista más analítico. Es ahora cuando los docentes deberíamos aprovechar la ocasión para concienciar en la realización de “running” para la salud, transformándolo en un contenido que por sí solo sea relevante para el alumno. ¿Cómo podemos lograr que el running por sí solo sea motivador?

La mejor opción sería pedir a cada alumno que traiga un smartwatch o, en el peor de los casos, un reloj con cronómetro de pulsera. Si conseguimos que los alumnos porten sus smartwatch o relojes, se pueden generar gran variedad de retos: ¿Quién realiza el recorrido en menos pasos/tiempo? · ¿Puedes realizar el siguiente recorrido tardando entre 25-30?? · Traza un recorrido, realízalo, ¿cuánto tiempo tardas? · ¿has conseguido mejorar tu tiempo? · ¿eres capaz de dar 2000 pasos? · Mide tu FC de forma manual, compárala con la del smartwatch ¿coincide? · ¿cuál es tu FC al terminar el ejercicio? · ¿Has mejorado tu FC respecto a la semana pasada? etc.

La nutrición saludable, pasaría ahora a ocupar un papel principal en el área, donde se ampliarían sus contenidos, realizando todo tipo de tareas individuales (dieta, contruye tu plato, comidas del día, distinción saludable/no saludable, compra virtual en supermercado, recetas saludables, etc). En el contexto del aula, y siempre que se disponga de tablets, podríamos realizar actividades cooperativas haciendo uso de apps, incluso vinculando trabajo previo hecho en casa con ayuda de las familias (cocina).

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Este bloque es sin duda, el que más afectado se puede ver por la situación actual. Tan solo desarrollaría deportes individuales. Por ejemplo, bádminton o palas, sin cambiar de parejas en la sesión y advirtiendo que contactan con la pelota con las manos. Algunas modalidades del atletismo también se podrían llevar a la práctica, siempre teniendo en cuenta que no impliquen intercambio de material (salto de longitud, salto de vallas o carreras).

También se podrían realizar situaciones modificadas de deportes, que impliquen lanzar o golpear sin oposición. En estos casos los móviles siempre serían individuales, y se vigilaría con especial atención que los alumnos se desinfecten las manos previo y posterior a la sesión. Asimismo, algunos juegos alternativos con material autoconstruido, tal como son malabares, cazabolas, skipper parecen ser muy interesantes para desarrollar en esta época.

Por último, los juegos de orientación y pista de rastreo, desarrollados de forma individual, tendrían cabida si se vigila que no contacten con las balizas o pistas escondidas.

 

Como conclusión mencionar que no hay razón para el desánimo, ya que como se ha visto, se pueden generar tareas motivantes para el alumnado que propicien resolución de problemas o retos (pese a ser individuales). Dichas actividades, intercaladas con otras más tradicionales, nos llevarán a superar esta situación temporal con éxito, quedando a la espera de la Educación Física cooperativa que todos deseamos.

 

 

Fuente: Juanjo Pérez Soto Doctor en Educación Física y Salud. Universidad de Murcia-España